miércoles, 10 de noviembre de 2010

UN VISTAZO A LA ESAP


CONTEXTO DE OBSERVACIÓN- ESAP

A manera de ilustración, la ESAP es una institución pública que pertenece a la República de Colombia creada en 1958 y su formación se basa en el sistema de formación administrativa del sector público, tiene incidencia en 15 sedes territoriales del país donde ofrece formación presencial y virtual.











ANÁLISIS DEL CONTEXTO



En búsqueda de resolver el tercer desafió ¿cómo podría responderse, desde distintas iniciativas educativas, a la formación de competencias para el mercado laboral de la sociedad actual, categorizada por la revolución tecnológica?, se determinó un primer contexto de observación, que para el caso, fue la Escuela Superior de Administración Pública-ESAP donde se realizó una interlocución directa con una entrevista al Director de Proyectos Virtuales y posteriormente a un docente de la institución.
En la entrevista que se le realizó al Dr. Jaime Quiceno que es el Director de Proyectos Virtuales de la ESAP, entiende las competencias laborales como aquella “condición que involucra toda la institución, cuyos conocimientos, actitudes, virtudes, cosmovisión, experticias, implican un desarrollo óptimo para lo que un individuo fue formado” y considera que un docente en la ESAP es competente en la medida de que no sólo se desempeñe satisfactoriamente en su puesto de trabajo sino que además tenga unas implicaciones en los egresados formados en donde sean “un apoyo ineludible para las organizaciones en las cuales fueran contratados”. En concordancia con lo anterior, es importante reconocer que las apreciaciones del Dr. Quiceno están en concordancia con los que el MEN establece como competencia laboral ya que determina que debe ser “demostradas en situaciones del ámbito productivo…se traduce en resultados efectivos que contribuyen al logro de los objetivos de la organización o negocio” (MEN, 2003), es decir, que ya el mundo de formación educativa debe estar conectada al mundo laboral y que parte de los logros de la competitividad se determina en las competencias de los egresados de la institución.

Por otro lado de acuerdo a la anterior entrevista, al nivel de contratación en la ESAP como en algunas organizaciones educativas, determina tres grandes clases de contratos, la primera es el contrato por mérito para docentes o administrativos determinado por condiciones laborales de gran estabilidad dada por la remuneración económica, permanencia en la institución y derechos otorgados por estar determinado en propiedad en la institución, la segunda forma de contrato de los docentes se realiza por medio de las horas cátedra que están limitados en el tiempo de permanencia en la institución cumpliendo unos objetivos de enseñanza en un semestre académico y por último, los contratos de prestación de servicios que son temporales para funciones específicas. En este sentido, se puede determinar que en ésta organización aunque aún se conserva el legado de la sociedad tradicional ya que permanecen contratos de méritos que garantiza la estabilidad laboral que puede ser para toda la vida del individuo condicionada por las evaluaciones anuales y que gozan de ciertos derechos, es importante rescatar, que estas instituciones han incluido parte de la flexibilidad laboral que trae consigo la globalización determinado por las políticas estatales por medio de los contratos de prestación de servicios que tiene ciertas “diferencias en la temporalidad de la vida laboral [con un] sistema inestable de contratación, prestación de servicios limitadas por el tiempo y el espacio ” (Carnoy, 2000).
Ahora, parte de estos contratos tanto estables como inestables, de trabajadores tanto antiguos como nuevos, están transformando sus competencias laborales en los retos que conlleva la formación virtual, lo cual implica, por ejemplo, unas de las acciones del aprovechamiento de las potencialidades que tienen las TIC en las especializaciones que ofrece la ESAP por medio de la plataforma virtual. En concordancia, la entrevista que se le realizó al docente Eladio Sandoval muestra que después de 18 años de trabajo como docente en clases presenciales que tiene la institución, empieza a cambiar esas condiciones laborales que parecían tan estables e inamovibles, a transformar los procesos que él realizaba presencialmente en aulas virtuales para poder ofrecer acceso a personas en diferentes sedes territoriales que tiene la ESAP y de las cuales los estudiantes tiene problemas de movilidad y desplazamiento a la sede central en Bogotá que tiene la institución. En este sentido, el docente manifiesta que dentro de los cambios de ser llevar sus prácticas educativas presenciales a virtuales, considera que existen ciertos cambios que implica el desarrollo permanente de competencias como: el reconocimiento y construcción de nuevas formas de comunicación para los procesos de enseñanza- aprendizaje, el uso del computador y de las aulas digitales por medio de las capacitación institucional y no institucional en este medio tecnológico y por último la adaptación al cambio que implica los nuevos procesos educativos con uso de las TIC.
En cuanto a las implicaciones que tiene estos escenarios de formación con uso de la tecnología, según el docente Sandoval, ha permitido que la institución extienda su área de influencia educativa en otros escenarios, forje nuevas formas de contratación de trabajo, nuevas responsabilidades en el manejo del tiempo y por último, que una mayor población pueda acceder a la capacitación que tiene la ESAP dejando una puerta abierta a otros usuarios.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Video Esap

El presente video, es realizado en busca de dar respuesta al desafio 3. El escenario institucional es la ESAP y el entrevistado es el Dr. Jaime Quiceno Dir. ESAP Virtual


miércoles, 20 de octubre de 2010

DOCUMENTO FINAL DESAFIO 2: EL CURRÍCULO HETEROGENEO EN LA UNIVERSIDAD Y OTRAS CUESTIONES

La Universidad como institución social de formación de Educación Superior manifiesta en sí misma la diversidad tanto entre recursos humanos, entidades, programas, facultades, institutos, grupos de investigación, organización administrativa, entre otros elementos y procesos infinitos que caracteriza su naturaleza, pero en principio, para analizar el núcleo problémico del segundo desafío de este seminario que se pregunta cómo puede la Universidad abordar la diversidad cognitiva y cultural aprovechando las oportunidades que ofrecen las TIC, se abordará la reflexión más específicamente en el abordaje del campo dilemático del currículo.


En este sentido, la Universidad dentro de sus programas de formación independiente de sí es pública o privada, nacional, distrital o regional, con amplia o escasa trayectoria académica, con organización y planeación, etc, es importante reconocer que no se escapa de la conformación e implementación de sus respectivos currículos y cómo desde allí, es una de la base clave, por lo menos teóricamente, de los procesos de enseñanza-aprendizaje de los docentes y estudiantes en cada aula de clase.

Para ello, entiendo como currículo a modo personal como todas aquellas tomas de decisiones que tiene el docente frente a qué se debe aprender, cómo se debe aprender y cómo se evidencia que se puede aprender los estudiantes en un período especifico de tiempo otorgándole al mismo, cierta organización y estructura de manera formal. Este concepto lo traigo a colación porque considero que es necesario y fundamental darle la importancia que tiene el currículo y sus implicaciones en la transformación frente a los cambios que debe afrontar la Universidad en la Sociedad de la Información que es presionada, sólo por citar algunas, en el sentido económico por la transformación del trabajo o el mundo laboral, en el sentido político en la regulación de las políticas trasnacionales y extranjeras y en sentido cultural frente a las identidades de las prácticas sociales. Frente a estas presiones económicas, políticas y culturales del siglo XXI, en el campo de la educación no muestran cierta respuesta de satisfacción a las necesidades sociales y “lo que se observa en la actualidad en América Latina es una radical incapacidad de la universidad para “pensar” y “expresar” reflexivamente el cambio de la sociedad que viene con la globalización, la revolución científico-tecnológica y con el nuevo papel que el conocimiento empieza a jugar en todos los ámbitos de la sociedad. La universidad latinoamericana contemporánea no representa ni de lejos una síntesis de comprensión de la época y sus cambios. Y no hablo aquí de una “crisis de la universidad” en el sentido de su organización, gobierno, management, financiamiento, etc.; es la propia “idea de universidad”—su espíritu, por decir así—que está desalineada, en desequilibrio, respecto al entorno. “(Brunner, 2000)

En este sentido, la Universidad debe replantear sus prácticas educativas y dentro de ellas, el horizonte de lo que orienta su ejercicio educativo, es decir, que los nuevos currículos universitarios deben plantearse con el fin de que esos próximos profesionales a demás de “saber qué”, se puedan aproximar a un “saber por qué”, un “saber cómo” y un “saber quién”, que pueda evidenciar en estos ciudadanos habilidades de adaptación a un mundo en constante movimiento en donde esas profesiones no son estáticas sino que su desempeño laboral se dan en diferentes áreas, sin relación a lo largo de la vida y que por lo tanto, el nuevo profesional debe permanecer en un proceso continuo de aprendizaje en donde el conocimiento crece exponencialmente a nivel global solicitando habilidades o aptitudes de creatividad, iniciativa, innovación en el individuo para el efectivo desarrollo de la competencia con otros sujetos dentro de una organización o institución (Siemens, 2004; Barbero, 2002).

Pero, a pesar de encontrar estas nuevas necesidades de “la economía del aprendizaje” que impulsa transformar el currículo en términos de competencias básicas para el trabajo, es importante, preguntarnos sí es sólo satisfactorio que un profesional tenga “un saber en hacer cosas”, pero para qué, sólo para el mundo de la producción o tiene algún significado vigente el sentido humano del ser y el convivir con el otro sin tratar de ganarle a mi contrincante pasando por encima, llevando a que un sujeto pierda y el otro gane con la etiqueta del éxito; recordemos que se entiende por competencia como el conjunto de habilidades o destrezas que se traduce en una conducta o comportamiento en una situación determinada pero también se determina como el “término empleado para indicar rivalidad entre un agente económico (productor, comerciante o comprador) contra los demás” .

En las relaciones anteriores sobre el currículo y la “economía del aprendizaje”, surge la necesidad que los sujetos no sólo se preparen para la producción de cosas tangibles como por ejemplo los artefactos tecnológicos, sino que también, surge la necesidad de producir “conocimiento” a gran escala y en altos niveles de eficiencia; para ello, desde la teoría económica se distinguen dos formas de tratar el conocimiento, el primero hace referencia que “sobre el conocimiento se sitúa el foco de atención sobre un proceso de transformación mediante el cual los datos (el estado actual del mundo) puede transformarse primero en información (indicadores a los cuales tiene acceso los agentes que representan el estado del mundo) y luego el conocimiento (a través del procesamiento de la información en modelos analíticos que hacen los agentes) ” y la segunda referencia es que “se contempla el conocimiento como un activo. Aquí, el conocimiento puede aparecer en el proceso de producción tanto como un insumo (competencia) como un producto (innovación)”. En este escenario los currículos universitarios deben mediarse comprendiendo la taxonomía del conocimiento con un “saber qué” en donde se determina la información o datos que tiene un individuo sobre el mundo y pueda comunicarse mediante ellos, así como también, de un “saber por qué” donde se refiere a los “principios y leyes” que explican ciertos fenómenos, procesos, entre otros; por otro lado, es importante un “saber cómo”, que directamente se relaciona con el término de “competencia” y aptitud frente a la habilidad de hacer desde la individualidad o desde la comunidad y por último de un “saber quién” que determina los posibles contactos con los que “saben cómo, qué y porqué” de la necesidades que se tenga a nivel individual, empresarial o institucional. (OCDE, 2006).
Es por ello, que cuando la Universidad asume abordar los cambios actuales que frente a la sociedad y esos educandos se establecen, con una reforma curricular seria y profunda en los programas académicos, debe replantearse estas reformas desde la generación, transformación y utilización del conocimiento en la sociedad del aprendizaje ratificando, explorando y proponiendo desde la pedagogía posibles respuestas a los problemas de diversificación e inclusión de los educandos en el siglo de la descentralización geográfica de las poblaciones que se pretenden educar, de la hibridación cultural, los desordenamientos del trabajo, entre otros.

Pero por qué es importante retomar la diversidad en el currículo
Cuando Brunner habla de la “idea o el espíritu de la Universidad” se refiere a ir más allá de ver la Universidad como una institución u organización estática e irreversible, sino nos lleva a que la Universidad asocia una representación de la mente humana frente a cierta misión y visión que caracteriza dinámicamente y permanentemente recursos humanos en vía de formación y formados para la retroalimentación de los procesos económicos, políticos, sociales y culturales en el mundo, rompiendo sus respectivas fronteras. En este sentido, frente a la idea o sentido que tenga la Universidad, se establece cierta diferenciación en sus procesos internos tanto organizativos como educativos, dando paso a reconocer que los currículos de los programas académicos deben esclarecer cierta dinámica frente a la heterogeneidad que debe estar conformado por elementos distintos y desiguales adecuado a los educandos que se pretende formar.
Un caso ejemplificante de esta adaptación del currículo a la heterogeneidad se dio en la entrevista que realice al profesor de un ambiente de aprendizaje de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia- UNAD, en donde, cuando se hablo de la diversidad cognitiva, el profesor comento que antes de comenzar cualquier curso “el docente de la UNAD primero debe hacer un reconocimiento de los saberes previos que tienen los estudiantes en cada semestre. A partir de esta valoración los docentes parten de esta información para hacer los conocimientos programados de cada aula digital. Estas aulas son dinámicas y se adaptan a las necesidades de cada usuario para garantizar unas mejores condiciones para propiciar el aprendizaje”, en este sentido, se propone que dentro del currículo, que puede estar mediado por las TIC, debe reconocerse cuál es esa diversidad cognitiva que tiene los educandos en cierta materia para poder continuar, revisar, modificar o adaptar el currículo que se lleva frente a la asignatura en cada semestre. Es por ello, que el currículo debe ser lo suficiente flexible y dinámico para satisfacer la diversidad cognitiva, entendida, como todos aquellos “estilos de aprendizaje” que representan esos rasgos de cognitivos y fisiológicos que tiene el individuo en cuanto cómo percibe, procesa y aplica la información obtenida en esas formas particulares que se gestan en el proceso de aprendizaje. (Cabrera; Hederich).

En el anterior ejemplo, las TIC tienen una gran potencialidad debido a que el reconocimiento de los saberes previos en el aula pueden ser una manera dispendiosa y ardua en las condiciones normales tradicionales del “papel y el lápiz” pero mediado con la tecnología por medio de actividades iniciales, se puede determinar a manera general esos posibles “estilos de aprendizaje” de los educandos para reorientar el currículo y la práctica educativa del ambiente de aprendizaje; por otro lado, es importante reconocer que en esa misma entrevista es relevante considerar que en escenarios socioeconómicos y geográficos de estudiantes que tienen difíciles condiciones para formarse en espacios netamente presenciales se puedan optar por espacios virtuales que están mediados por las TIC, ampliando las oportunidades educativos de educarse en donde “se pueden superar las barreras geográficas, sociales, y de infraestructura para llegar a las poblaciones que no pueden ser normalmente atendidas por los sistemas de prestación convencionales…[así como de su] potencial de las TIC para llegar a grandes audiencias” (Haddad).

Pero es claro, que la diversidad cognitiva no puede estar separada de la diversidad cultural, ya que nuestros “estilos de aprendizaje“ pueden estar mediados frente a lo que somos desde nuestro contexto y cultura. En este caso, el sentido económico puede inferir en el desarrollo cognitivo del ser humano pero no necesariamente puede inferir en los estados culturales del individuo y su comunidad, como decía Schmdkes, “no es lo mismo la pobreza económica y la pobreza cultural, [es decir, que un sujeto puedo ser] rico culturalmente determinado en su lengua, en su arte, en sus fiestas, diversas cosmovisiones, la relación con la naturaleza, con la democracia, de concebir e impartir la justicia,…” (Schmdkes, 2008). Es por ello, que el currículo debe ser también interculturalizado para no segregar los otros que tienen diferencias, permitiendo la convivencia entre culturas (por ejemplo la comunidad en general con los indígenas y afrodescendientes) y no estar determinado sólo por la economía que aunque sus políticas públicas pueden emerger de allí, no necesariamente logra que las comunidades socio-culturales tengan sentido en el siglo XXI.

En esta línea, aunque en algunas políticas públicas colombianas se hablan sobre la atención de la diversidad e interculturalidad de las variados pueblos y comunidades en muchos currículos universitarios su permanencia en la práctica es casi invisible, cuando en la diversidad se expresa la diferencia y la riqueza infinita de la naturaleza tanto en la biología, ecología, etc, como de las identidades socioculturales de los seres humanos, y es allí, en donde la herencia cultural deben cuidarse y protegerse ya que es una visión del mundo con mucha riqueza lingüística, histórica, fisiológica y biológica que no puede perderse dentro de los currículos y que de alguna forma compromete a que el uso de las TIC en los procesos de enseñanza sea lo suficientemente abiertos y dinámicos para que no se pierda los horizontes culturales que amenazan con homogenización e integración de las culturas. En este sentido las TIC pueden llegar a orientar las demandas y necesidades de las comunidades por ejemplo en la cobertura educativa para promover procesos educativos que mejoren de alguna forma las formas de enseñanza de los docentes y de aprendizaje de los educandos, pero es claro que debe darle un sentido y horizonte a los propósitos que implican educar en la diversidad.

Es claro también, que la Universidad enfrenta responder a la inclusión en sus procesos educativos de estas diversidades culturales y las denominadas cognitivas, sin desconocer las presiones de los cambios económicos y políticos con su conexión al sector productivo, planteándose en el ejercicio docente un llamado a la flexibilidad curricular, a la calidad, la pertinencia educativa y a los resultados por medio de la evaluación. Pero desde el discurso nacional, la Universidad es pertinente cuando actúa de forma heterónoma, cuando responde a agendas compartidas establecidas por el estado y el sector productivo (Malagon, 2003) una muestra de esta dinámica en el documento de la Revolución Educativa 2002-2010 desarrollado por el anterior gobierno nacional que dice lo siguiente: “la política de pertinencia en educación busca que el sistema educativo forme el recurso humano requerido para aumentar la productividad del país y hacerlo competitivo. Pero adicionalmente se viene trabajando en cinco líneas: la introducción del uso de TIC en todo el sistema educativo, el desarrollo de una oferta académica pertinente y de calidad, el seguimiento al ajuste entre la oferta y la demanda de educación, el fomento de la innovación y la investigación, y la puesta en marcha de un programa de bilingüismo” (MEN, 2010). En este sentido, la pertinencia que es un término complejo con múltiples definiciones, para el estado colombiano se define pertinente si “el recurso humano aumenta la productividad” y entonces, las instituciones educativas deben enfocarse a formar un ser humano para la producción y dejamos de lado la contribución que un sujeto debe hacerle a la cultura, ya que cuando hay producción que es un término netamente económico e industrial y que puede entenderse como todos aquellos procesos que nos lleva a la conformación de un producto o servicio que permite satisfacer a un consumidor y desde allí construir riquezas para un país, no hay cabida o puntos comunes de la cultura con la producción ya que en este sentido al producir un producto que puede ser la “información”, por ejemplo, a pesar que la producción tenga conexiones con el mercado, estos procesos no necesariamente contribuyen directamente al reconocimiento del legado histórico de nuestra sociedad, a las representaciones simbólicas de las diversas formas de pensar y abordar los problemas de los sujetos, individuos o comunidades.

En concordancia con el MEN se determinó como pertinente la incorporación de las TIC en los procesos educativos, un ejemplo de ello, son todos aquellos esfuerzos durante estos años en la infraestructura que las instituciones educativas deben tener frente al acceso al Internet y a los computadores, así como de los proyectos frente a la capacitación para el uso de las TIC; lo cual deja claro, que uno de los fines de incorporar esas TIC en la educación es para responder a la cobertura educativa nacional y sus costos, promoviendo y potenciando la educación virtual. Estas intencionalidades estatales recae directamente en las prácticas educativas de los actores institucionales pero también recae en el horizonte frente a la calidad que se puede tener de la educación colombiana, porque no es lo mismo, calidad que pertinencia, así como tampoco una relación bidireccional, es decir, cuando existe pertinencia no necesariamente hay calidad, pero en cambio, cuando hay calidad pueden haber procesos pertinentes.

Es muy premeditado y pretencioso conceptualizar a la ligera la calidad, pero en términos generales, la calidad es asociado con aquellas cualidades que tiene un individuo, comunidad, objeto o sistema que es comparado con otro de la misma especie; en el caso, de las Universidades es un poco complicado medir estos procesos y comparaciones, pero hay entidades que se han tomado esta labor y sacan una lista nacional e internacional que miden los diferentes grados de calidad de la misma forma. Dentro de los diálogos problémicos en términos generales, cuando se mide la calidad no se toman en cuenta la diversidad que tiene cada Universidad y eso mismo pasa con las escuelas que prestan servicios al nivel básica y media, es también preocupante, las presentes contradicciones de las presiones estatales frente a las necesidades reales del país, me pregunto, ¿el problema real del país es producir, para quién, qué se produce, de qué forma se produce, cómo se produce actualmente, la producción realmente genera riqueza, pero qué tipo de riqueza, cuándo educamos para producir mejorarnos la calidad de la educación del país?. Es muy importante reconocer que aunque se hacen acciones pertinentes como hace el MEN frente al direccionamiento de la educación, como por ejemplo, la incorporación de los computadores en las instituciones y esa capacitación frente al uso de las TIC, me pregunto también si realmente la mayoría de los docentes han incorporado esos procesos educativos que promueven el currículo con la interacción de las herramientas tecnológicas y por otro lado, sí realmente estos esfuerzos han permitido mejorar efectivamente la motivación, la adecuada comunicación y el aprendizaje en los educandos en todos los contextos, que son unas de las potencialidades propuestas por las TIC, pero resulta que si todos estos esfuerzos son realmente positivos por el uso neto de la herramienta tecnológica más que por ese sentido pedagógico que puede tener las tecnologías en los procesos de aprendizaje, ya los problemas de la educación estarían resueltos y dejaría las TIC como las salvadoras del Universo.

La respuesta a este desafío no queda agotado en un documento, ni en las discusiones del seminario en educación por la amplitud y la complejidad del mismo, pero en“…el currículo, con todo lo que implica en cuanto a sus contenidos y formas de desarrollarlo, es un punto central de referencia en la mejora de la calidad de la educación y de la enseñanza, en el cambio de las condiciones de la práctica, en el perfeccionamiento de los docentes en la renovación de las instituciones escolares en general de los proyectos de innovación de los centros educativos” (Caro, 2006), por lo tanto, se propone comprender y redireccionar la formulación curricular de los programas que ofertan las Universidades adaptando el currículo a la heterogeneidad de los estilos de aprendizaje y a la interculturalidad en el reconocimiento contextual de los educandos, de manera que la inclusión de las TIC en esos procesos educativos sirvan de mediadoras para mejorar el aprendizaje significativo y auténtico de los estudiantes en su formación.

Referencias

• Barbero, M. J. (Abril, 2002). La crisis de las profesiones en la sociedad del conocimiento. Revista NÓMADAS, 16, 177-181.
• Brunner, J. (2000). Globalización y el futuro de la educación: tendencias, desafíos y estrategias. Seminario UNESCO, Santiago de Chile.
• Cabrera, J. S & Fariñas, G. El estudio de los estilos de aprendizaje desde una perspectiva vigostkiana: una aproximación conceptual. Revista Iberoamericana de Educación.
• Caro, L. A; Velandia, C. Ruiz, W. & Alvarez, C. (2004). Concepciones educativas contemporaneas y escenarios virtuales de aprendizaje. Fundación Universitaria del Área Andina. Ediciones culturales Kapra.
• Haddad, W. ICTs for Education A Reference Handbook. Part 2: Analytical Review. Consultado el octubre de 2010 en: www.ictinedtoolkit.org.
• Hederich, C & Camargo, A. Cultura y educación: hacia una pedagogía diferencia.
• Malagón Plata, L. A. (2003). La pertinencia en la educación superior. Elementos para su comprensión. En Revista de la Educación Superior. Vol. XXXII (3), Núm. 127. Julio – septiembre de 2003. Consultado el 17 de noviembre de 2006, en: http://www.anuies.mx/servicios/p_anuies/publicaciones/revsup/127/03.html
• MEN (2010). Revolución educativa 2002-2010 acciones y lecciones. Consultado el día 10 de octubre de 2010, en : http://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-241342_memorias_RE.pdf
• Schmdkes, S. (Abril- 2008). Multiculturalismo, Educación Intercultural y Universidades. Conferencia presentada en el Primer Encuentro Interuniversitario de Educación Intercultural, celebrado en la Casa Central de la Universidad de Chile, en Santiago de Chile.
• Siemens, G. (2004). Conectivismo: Una teoría de aprendizaje para la era digital, 1-10. Recuperado el día 3 de septiembre de 2010, de www.diegoleal.org/docs/2007/Siemens(2004)-Conectivismo.doc
• OCDE ( 2006). Administración de la sociedad del aprendizaje. Madrid: España.

jueves, 14 de octubre de 2010

EL CURRÍCULO HETEROGENEO EN LA UNIVERSIDAD Y OTRAS CUESTIONES

La Universidad como institución social de formación de Educación Superior manifiesta en sí misma la diversidad tanto entre entidades, programas, facultades, institutos grupos de investigación, organización administrativa, entre otros elementos y procesos infinitos que caracteriza su naturaleza, pero en principio, para analizar el núcleo problémico del segundo desafío de este seminario que se pregunta cómo puede la Universidad abordar la diversidad cognitiva y cultural aprovechando las oportunidades que ofrecen las TIC, se abordará la reflexión más específicamente en abordaje del campo dilemático del currículo. En este sentido, la Universidad dentro de sus programas de formación independiente de sí es pública o privada, nacional, distrital o regional, con amplia o escasa trayectoria académica, con organización y planeación, etc, es importante reconocer que no se escapa de la conformación e implementación de sus respectivos currículos y cómo desde allí, es una de la base clave, por lo menos teóricamente, de los procesos de enseñanza-aprendizaje de los docentes y estudiantes en cada aula de clase.


Para ello, entiendo como currículo a modo personal como todas aquellas tomas de decisiones que tiene el docente frente a qué se debe aprender, cómo se debe aprender y cómo se evidencia que se puede aprender los estudiantes en un período especifico de tiempo otorgándole al mismo, cierta organización y estructura de manera formal. Este concepto lo traigo a colación porque considero que es necesario y fundamental darle la importancia que tiene el currículo y sus implicaciones en la transformación frente a los cambios que debe afrontar la Universidad en la Sociedad de la Información que es presionada, sólo por citar algunas, en el sentido económico por la transformación del trabajo o el mundo laboral, en el sentido político en la regulación de las políticas trasnacionales y extranjeras y en sentido cultural frente a las identidades de las prácticas sociales. Frente a estas presiones económicas, políticas y culturales del siglo XXI, en el campo de la educación no muestran cierta respuesta de satisfacción a las necesidades sociales y “lo que se observa en la actualidad en América Latina es una radical incapacidad de la universidad para “pensar” y “expresar” reflexivamente el cambio de la sociedad que viene con la globalización, la revolución científico-tecnológica y con el nuevo papel que el conocimiento empieza a jugar en todos los ámbitos de la sociedad. La universidad latinoamericana contemporánea no representa ni de lejos una síntesis de comprensión de la época y sus cambios. Y no hablo aquí de una “crisis de la universidad” en el sentido de su organización, gobierno, management, financiamiento, etc.; es la propia “idea de universidad”—su espíritu, por decir así—que está desalineada, en desequilibrio, respecto al entorno. “(Brunner, 2000)


En este sentido, la Universidad debe replantear sus prácticas educativas y dentro de ellas, el horizonte de lo que orienta su ejercicio educativo, es decir, que los nuevos currículos universitarios deben plantearse con el fin de que esos próximos profesionales a demás de “saber un qué”, se puedan aproximar a un “saber cómo” que pueda evidenciar en estos ciudadanos habilidades de adaptación a un mundo en constante movimiento en donde esas profesiones no son estáticas sino que su desempeño laboral se dan en diferentes áreas, sin relación a lo largo de la vida y que por lo tanto, el nuevo profesional debe permanecer en un proceso continuo de aprendizaje en donde el conocimiento crece exponencialmente a nivel global solicitando habilidades o aptitudes de creatividad, iniciativa, innovación en el individuo para el efectivo desarrollo de la competencia con otros sujetos dentro de una organización o institución (Siemens, 2004; Barbero, ….. ). Pero, a pesar de encontrar estas nuevas necesidades de “la economía del aprendizaje” que impulsa transformar el currículo a las competencias básicas para el trabajo, es importante, preguntarnos si es sólo satisfactorio que un profesional tenga un saber en hacer cosas pero para qué?, sólo para el mundo de la producción o tiene algún significado vigente el sentido humano del ser y el convivir con el otro sin tratar de ganarle a mi contrincante pasando por encima llevando a que un sujeto pierda y el otro gane con la etiqueta del éxito; recordemos que se entiende por competencia como el conjunto de habilidades o destrezas que se traduce en una conducta o comportamiento en una situación determinada pero también se determina como el “término empleado para indicar rivalidad entre un agente económico (productor, comerciante o comprador) contra los demás” .


Es por ello, que cuando la Universidad asume abordar los cambios actuales que frente a la sociedad y esos educandos se establecen, con una reforma curricular seria y profunda en los programas académicos, entonces, “…el currículo, con todo lo que implica en cuanto a sus contenidos y formas de desarrollarlo, es un punto central de referencia en la mejora de la calidad de la educación y de la enseñanza, en el cambio de las condiciones de la práctica, en el perfeccionamiento de los docentes en la renovación de las instituciones escolares en general de los proyectos de innovación de los centros educativos” (Caro, 2006). Entonces es importante reconocer que los problemas políticos y económicos no son los únicos que debe atender la educación, aunque por ella se establezca la mayoría de lineamientos y políticas públicas estatales. En este sentido, una de las políticas públicas colombianas hablan sobre la atención de la diversidad e interculturalidad de las variados pueblos y comunidades pero en muchos currículos universitarios su permanencia es casi invisible, cuando en la diversidad se expresa la diferencia y la riqueza infinita de la naturaleza tanto en la biología, ecología, etc, como de las identidades socioculturales de los seres humanos. Así como también en esta línea, se propone que los currículos educativos respondan a los diferentes estilos de aprendizaje que presentan los estudiantes en sus correspondientes rasgos cognitivos y fisiológicos (Gardner, ; ), permeando en la formación del educador permanentemente esas nuevas formas de enseñar en base al currículo como una de sus herramientas básicas para estimular los procesos de aprendizaje. Es claro, que frente a estas diversidades denominadas cognitivas en donde el estudiante no aprende de la misma forma pero también llamando a la realidad del educador en donde la educación no es personalizada sino masiva en las aulas de clase tanto al nivel superior como al nivel de la escuela. En las presiones de los cambios económicos y políticos con su conexión al sector productivo, se plantea en el ejercicio docente un llamado a la flexibilidad curricular, a la calidad, la pertinencia educativa y a los resultados por medio de la evaluación. Pero desde el discurso nacional, la Universidad es pertinente cuando actúa de forma heterónoma, cuando responde a agendas compartidas establecidas por el estado y el sector productivo (Malagon,…) una muestra de esta dinámica en el documento de la Revolución Educativa 2002-2010 desarrollado por el anterior gobierno nacional que dice lo siguiente: “la política de pertinencia en educación busca que el sistema educativo forme el recurso humano requerido para aumentar la productividad del país y hacerlo competitivo. Pero adicionalmente se viene trabajando en cinco líneas: la introducción del uso de TIC en todo el sistema educativo, el desarrollo de una oferta académica pertinente y de calidad, el seguimiento al ajuste entre la oferta y la demanda de educación, el fomento de la innovación y la investigación, y la puesta en marcha de un programa de bilingüismo” (MEN, …). En este sentido, la pertinencia que es un término complejo con múltiples definiciones, para el estado colombiano se define pertinente si “el recurso humano aumenta la productividad” y entonces, las instituciones educativas deben enfocarse a formar un ser humano para la producción y dejamos de lado la contribución que un sujeto debe hacerle a la cultura, ya que cuando hay producción que es un término netamente económico e industrial y que puede entenderse como todos aquellos procesos que nos lleva a la conformación de un producto o servicio que permite satisfacer a un consumidor y desde allí construir riquezas para un país, no hay cabida o puntos comunes de la cultura con la producción ya que en este sentido al producir un producto, por ejemplo, a pesar que la producción tenga conexiones con el mercado, estos procesos no contribuyen directamente al reconocimiento del legado histórico de nuestra sociedad, a las representaciones simbólicas de las diversas formas de pensar y abordar los problemas de los sujetos e individuos o a las comunidades.


En concordancia con el MEN, determina como pertinente al incorporación de las TIC en los procesos educativos, muestra a su vez todos aquellos esfuerzos durante estos años en la infraestructura que las instituciones educativas deben tener y en los proyectos frente a la capacitación para el uso de las TIC, así como se deja claro, que uno de los fines de incorporar esas TIC en la educación es para responder a la cobertura educativa nacional y costos, promoviendo y potenciando la educación virtual. Estas intencionalidades estatales recae directamente en las prácticas educativas de los actores institucionales pero también recae en el horizonte frente a la calidad que se puede tener de la educación colombiana, porque no es lo mismo, calidad que pertinencia, así como tampoco una relación bidireccional, es decir, cuando existe pertinencia no necesariamente hay calidad, pero en cambio, cuando hay calidad pueden haber procesos pertinentes.






Es muy premeditado y pretencioso conceptualizar a la ligera la calidad, pero en términos generales, la calidad es asociado con aquellas cualidades que tiene un individuo, comunidad, objeto o sistema que es comparado con otro de la misma especie; en el caso, de las Universidades es un poco complicado medir estos procesos y comparaciones, pero hay entidades que se han tomado esta labor y sacan una lista nacional e internacional que miden los diferentes grados de calidad de la misma forma. Dentro de los diálogos problémicos en términos generales, cuando se mide la calidad no se toman en cuenta la diversidad que tiene cada Universidad y eso mismo pasa con las escuelas que prestan servicios al nivel básica y media, es también, preocupante, las presente contradicciones de las presiones estatales frente a las necesidades reales del país, me pregunto, ¿el problema real del país es producir, para quién, qué se produce, de qué forma se produce, cómo se produce actualmente, la producción realmente genera riqueza, pero qué tipo de riqueza, cuándo educamos para producir mejorarnos la calidad de la educación del país?. Es muy importante reconocer que aunque se hacen acciones pertinentes como hace el MEN frente al direccionamiento de la educación, como por ejemplo, la incorporación de los computadores en las instituciones y esa capacitación frente al uso de las TIC, me pregunto también si realmente la mayoría de los docentes han incorporado esos procesos educativos que promueven el currículo con la interacción de las herramientas tecnológicas y por otro lado, sí realmente estos esfuerzos han permitido mejorar efectivamente la motivación, la adecuada comunicación y el aprendizaje en los educandos en todos los contextos, que son unas de las potencialidades propuestas por las TIC, pero resulta que si estos esfuerzos son realmente positivos ya los problemas de la educación estarían resueltos y dejaría las TIC como las salvadoras del Universo.






La respuesta a este desafío no queda agotado en un documento, ni en las discusiones del seminario en educación por la amplitud y la complejidad del mismo, pero se propone comprender y redireccionar la formulación curricular de los programas que ofertan las Universidades para establecer y para dar algunas respuestas a las necesidades actuales que la sociedad tiene tanto en el campo económico y político, pero también, a las necesidades culturales que tiene la diversidad como los grupos indígenas que muestra una “oferta tardía y deficiente, segregada, poco significativa desde lo lingüístico y cultural, poco significativa, expulsora temprana y destructora de la propia identidad” (Shmdkes, …), por lo tanto, Shmdkes propone un “Curriculo interculturalizado” como un primer paso para que las Universidades convencionales pasen a la interculturización y se aborde las necesidades regionales desde la diversidad biocultural y la multiculturalización. Esta herencia cultural debe cuidarse y protegerse ya que es una visión del mundo con mucha riqueza lingüística, histórica y biológica que no puede perderse dentro de los currículos y que de alguna forma compromete a que el uso de las TIC en los procesos de enseñanza sea lo suficientemente abiertos y dinámicos para que no se pierda los horizontes culturales que amenazan con homogenización e integración de las culturas. En este sentido las TIC pueden llegar a orientar las demandas y necesidades de las comunidades por ejemplo en la cobertura educativa puede promover procesos educativos que mejoren de alguna forma las formas de enseñanza de los docentes y de aprendizaje de los educandos, pero es claro que debe darle un sentido y horizonte a los propósitos que implican educar en la diversidad.


miércoles, 6 de octubre de 2010

¿Cómo puede la Universidad abordar la diversidad cognitiva y cultural, aprovechando las oportunidades que ofrecen las TIC?

El escenario de aplicación del desafío que escogí fue un curso que ofrece la Universidad Nacional Abierta y Distancia- UNAD.


¿Cómo es este ambiente de aprendizaje?

El estudiante que ingresa como estudiante a la UNAD, le asignan un correo electrónico de la Universidad y le dan una lista de profesores que tiene en cada semestre con el número de correo, teléfono y oficina para cualquier comunicación; con este correo electrónico y su respectiva clave puede acceder a la plataforma Moodle de la página web denominada “Campus virtual” (ver link: http://campus.unadvirtual.org/campus/login/index.php), la cual contiene los diferentes cursos que debe ver en el semestre.

Entrevista al profesor de la UNAD


Le realice una entrevista al Doctor Luis Facundo Maldonado, que es investigador del grupo TECNICE de la UPN-UNAD y le realice las siguientes preguntas:

1. ¿Qué descripción del ambiente de aprendizaje que tiene la UNAD?

La plataforma virtual trabaja con aulas digitales que tienen estructuras mínimas (CORD) que han sido diseñadas por el docente, donde imparte el curso que debe ver en el semestre académico; mediante estas aulas los estudiantes tienen acceso al correo electrónico, sesiones sincrónicas por medio de Skype, sistema de Acrobat, entre otras TIC que pueden facilitar la comunicación con otros estudiantes del mismo curso para generar trabajo colaborativo y adaptabilidad al estudiante a las actividades que se proponen en el aula digital.

2. ¿Cómo la clase o el ambiente de la UNAD aborda la diversidad cultural?

En la filosofía de la UNAD su vocación es trabajar con la diversidad, se supone que está universidad aborda todas las creencias y razas ya que tiene 65 sedes en diferentes sitios del país, sin embargo, en algunos centros domina la exclusión cristiana realizando misas de esta religión y lleva a contradicciones internas frente a su filosofía.

3. ¿Cómo la clase o el ambiente de la UNAD aborda la diversidad cultural?



Para abordar la diversidad cognitiva, el docente de la UNAD primero debe hacer un reconocimiento de los saberes previos que tienen los estudiantes en cada semestre. A partir de esta valoración los docentes parten de esta información para hacer los conocimientos programados de cada aula digital. Estas aulas son dinámicas y se adaptan a las necesidades de cada usuario para garantizar unas mejores condiciones para propiciar el aprendizaje.

4. ¿Los estudiantes tienen algún tipo de encuentro presencial en la Universidad o sólo son encuentros virtuales mediante la plataforma?

No hay encuentros presenciales obligatorios, en cambio, si hay encuentros voluntarios en el caso de que un estudiante desea tener una cita con algún profesor del semestre se puede acercarse a la Universidad, pero predomina el encuentro virtual por medio del correo electrónico.

5. ¿Cómo se percibe la inclusión de las TIC en los procesos educativos?

La condición para que los docentes trabajen en la UNAD es que tengan un dominio y habilidades en el uso y manejo de las TIC, así como, en la Universidad el instrumento de trabajo del docente es el computador y el campus virtual.

6. ¿Qué cambios han tenido que afrontar la Universidad Colombiana en el siglo XXI?

En Colombia, la Universidad tiene un carácter de enseñante pero no de investigación, la Universidad pasa de ser administradora de contenida dos a gestora de conocimiento, es decir, gestora de un valor agregado con nuevo conocimiento. A demás las Universidades pasan de ser claustros cerrados con paredes que aíslan del mundo a Universidades sin barreras en donde es capaz de observar el entorno y comprometerse con el cambio. Por otro lado, la Universidad no se compromete con los estudiantes sino con los maestros, es decir, que en el primer semestre los ignorantes son echados de las Universidades, en vez, de garantizar cambiar a esos ignorantes por profesionales que salgan sabiendo algo.

7. ¿En qué considera que se debe mejorar en los ambientes de aprendizaje que tiene la UNAD?

• En la consolidación del Sistema de investigación.

• Mejoramiento de la permanencia exitosa del estudiante en la Universidad.

• Mejoramiento del entorno académico.

• Mejoramiento de los ambientes digitales.

lunes, 13 de septiembre de 2010

ENSAYO SOBRE EL APRENDIZAJE EN ENTORNOS NO INSTITUCIONALES EN EL CONTEXTO EDUCATIVO PROFESIONAL

Introducción

Ser docente es considerado como un sujeto que debe desenvolverse en dos escenarios: desde el oficio y desde la vocación (Barbero, 2002). En cuanto al éxito económico que desenvuelve el oficio de ser educador es bien sabido que ese tema no es tan fructífero pero desde la vocación con cierta realización personal conlleva a preguntarnos constantemente cuál es nuestro nuevo papel en el sistema educativo, debido, a que los sujetos que hoy se educan en las escuelas son potencialmente muy distintos a las anteriores generaciones en cuanto intereses, necesidades, aptitudes, visiones del mundo, escenarios cercanos en donde se desenvuelven, uso de la tecnología, entre otras características; lo que es claro, es que existen por así decirlo, aprendizajes en diferentes escenarios que no necesariamente son los institucionales pero que andan presentes en la formación del individuo y lo que se pretende encontrar son cómo sus potencialidades pueden ser llevadas al aprendizaje formal y así reorientar las prácticas educativas de los docentes en el siglo de la llamada Sociedad de la Información.


Aprendizaje en los escenarios no institucionales en un contexto profesional


En este sentido, para establecer cómo se dan los aprendizajes no institucionales me remito primero a unos vínculos conceptuales de tres teorías de aprendizaje, el conductismo, el conectivismo y el constructivismo. En el conductismo establece que la realidad es externa, en donde, el aprendizaje se genera sí el individuo presenta un cambio de comportamiento o conducta frente a ciertos estímulos y respuestas dados por los instructores o docentes , en cambio, en el conectivismo establece que la realidad es interpretada y que el aprendizaje es visto como un proceso o medio de construcciones simbólicas que ingresan al cerebro del individuo, se guarda en la memoria, cobra significado para ser luego recuperada a largo plazo, por otro lado, en el constructivismo se entiende que la realidad es interna y que el aprendizaje también es un proceso que es creado activamente por el estudiante cuando comprende y selecciona sus experiencias donde el conocimiento es generado de forma interna para ser construido (Siemens, 2004). Pero estas teorías son simplemente “teorías”, es decir, son observaciones y postulados conceptuales apoyadas por indicios experimentales que están orientadas a reconocer características posibles de aprendizaje en un ser humano, estandarizando como tal un grupo de sujetos a los que son inmersos en el estudio de aprendizaje pero que no son caracterizados en la individualidad; esto mismo sucede, con el sistema educativo en donde laboró, se pretende enseñar a ciertos grupos de estudiantes, generando en ellos procesos de aprendizaje pero no son reconocidos desde la individualidad del ser sino desde la homogeneidad de un curso en particular, como dice Ana Lucia Abella que es una de las ganadoras del premio a compartir al maestro: “Las teorías y los conceptos se convierten en letra muerta cuando uno se aparta de un contexto, cuando se deja de tener en cuento lo individual y la dinámica propia de los grupos escolares” (Abella, 2004), es así, como estas teorías cobran sentido en el contexto particular de aplicación, es decir, cuando estoy ejerciendo como docente he observado que cada una de estas teorías pueden estar presentes de múltiples formas en el educando. Es importante aclarar, que estas teorías de aprendizaje están inmersas en modelos pedagógicos que son representaciones de los elementos que idealmente formarían parte del sistema educativo y que definiría ciertas caracterizaciones de cómo debería y qué pretenderíamos tener con su aplicación que obviamente son interpretaciones y representaciones discursivas de lo que debería ser más no de lo que encontramos en todas las aulas de clase, los colegios y el sistema educativo como tal.

Por otro lado, es importante reconocer que se entiende por un entorno no institucional, particularmente refiero a este concepto como los acontecimientos o hechos que pasa fuera de la institución, empresa u organización en la que está inmerso el individuo. Se propone que el entorno no institucional puede estar compuesto por la educación informal y no formal, entendiendo la educación informal como un “aprendizaje emprendido para satisfacción personal que puede llevar o no a cualificación, titulo o serie de destrezas reconocidas” (Salinas, 2003) y la educación no formal es aquella en donde el individuo puede también adquirir aprendizaje por satisfacción personal pero sin la consecución de ningún título o certificación. Respetivamente, en este entorno no institucional, el individuo toma la decisión frente a lo que desea hacer en su tiempo libre y frente a lo que quiere aprender tanto en la educación informal como en la no formal, que al contrario de la educación formal, se condiciona al sujeto a ciertas reglas, normas y currículo que muestra que la toma de decisiones frente a su educación está en el docente o en el administrativo orientándolo a lo que para el otro este educando, debe aprender.

Es por ello, que entender cuáles y cómo son los aprendizajes que existen en los entornos no institucionales en el contexto profesional actual en el que me desenvuelvo voy a traer a alusión las palabras de Alejandro Piscitelli “la escuela es una máquina de estandarizar. Paradójicamente su población es extremadamente heterogénea, y lo que es cada vez más en zonas marginales en zonas de inmigración masiva, en zonas de caída espectacular de los ingresos y de movilidad social descendente. Estandarizar lo heterogéneo… se está convirtiendo en una pesadilla” (Piscitelli, 2010). El contexto en donde trabajo habitan familias desplazadas, con problemas de drogadicción, delincuencia o en extrema pobreza, es decir, esos educandos a los que me encuentro todos los días, algunos son hijos de la guerra, de la pobreza, del abandono, de la desesperanza, de los frutos de las consecuencias de la propiedad privada del sistema capitalista en los cuales no son bien venidos. En el colegio distrital Fabio Lozano Simonelli, hay mucho por hacer, los estudiantes a los que les doy clase son tan distintos unos de los otros, tanto individualmente como en su comportamiento en colectivo cuando hacen parte de los grupos como de las pandillas, las barras de fútbol, tribus urbanas o en grupos de salones de clase y de nivel. Al hacer un reconocimiento de sus aprendizajes no institucionales cuando usan la tecnología pude observar que mis estudiantes la gran mayoría tiene acceso al uso de los computadores y de Xbox en lugares que prestan el servicio de internet en los barrios aledaños de la fiscala como es el Danubio Azul. En estos lugares generalmente acceden los estudiantes de grado once a noveno al correo electrónico, al facebook, mensseger, you tube y a los juegos en línea, en cambio, la mayoría de los estudiantes de los grados sextos, séptimos y octavos sus grandes intereses son los juegos en Xbox y en el computador. Los aprendizajes que adquieren los educandos, desde mi perspectiva, frente al uso de estos medios tecnológicos, varían desde las habilidades del uso de las herramientas tecnológicas tanto en el software y el hardware, así como, mejorar los niveles de interacción y comunicación con otras personas dejando al lado los límites tempo-espaciales que conllevaría si se hiciera presencialmente. Pero el uso de estos medios tecnológicos son algunos de los entornos no institucionales que pudiese generar aprendizajes en los estudiantes ya que también existen otros entornos, pues, algunos de estos educandos encuentran cercanía con vivencias en grupos (pandillas, barras de futbol, entre otros) en espacios informales, donde, en la calle pueden conocer formas de sobrevivencia, adaptación al medio en donde viven, caracterizaciones para su aceptación al grupo, socialización de saberes urbanos, respaldo físico frente a los conflictos internos institucionales o externos barriales, entre otros, aclarando que aunque estos aprendizajes no necesariamente son los deseables desde la ética y la academia, no se pueden descuidar porque permite vislumbrar el desarrollo social y convivencial marginado de la población estudiantil del sector.

Retomando, el uso de los medios tecnológicos en la población estudiantil como un factor asociado al desarrollo que los impactos de la globalización, estos educandos están permanentemente en contacto con aparatos tecnológicos que permean una alta conectividad frente a su uso y utilización. Aunque indagando un poco más, cuando le preguntaba a mis estudiantes si aprendían algo con el facebook, por ejemplo, ellos contestaban que no necesariamente se acercaban a él para aprender algo sino para beneficiarse con las utilidades que trae esta red social, pero al detenerse por un momento frente a las habilidades que adquirían frente al uso de esta herramienta consideraban que había una mejora frente a la utilización de la internet y sus diferentes páginas web; en cuanto al cómo lo aprendían estas habilidades, por un lado estaba en la interacción concurrente del uso de este medio tecnológico y por otro lado, aprendían con los saberes de otras personas frente a sus experiencias cuando sus intereses recaían en un punto común.

Por otro lado, frente a este escenario, encuentro que las personas que aprenden en las aulas de clase ya no son solamente los educandos sino también el docente porque al entender y comprender el escenario de su profesión frente a las interacciones que permanentemente tiene con los estudiantes puede reorientar su discurso y las acciones pedagógicas que antes consideraba inamovibles o que su papel no era decisivo en la vida y en la formación de un sujeto que se pretende educar. Además, en esta clase de instituciones se generan espacios de diálogo con pares académicos, es decir, de docente a docente, en donde en esos ratos libres se puede establecer una comunicación para conocer o explorar otras experiencias que frente a los problemas tan diversos que tienen los colegios con sus estudiantes pueda nutrir o complementar los conocimientos personales para tener un mejor desempeño profesional. Así como también, por motivación personal, los docentes se acercan también a cursos libres presenciales o en línea, por ejemplo el Sena Virtual, para estar mejor preparados frente a temas que se pueden abordar en los currículos institucionales y así cualificar su vocación como docente.

Entonces, considero que el aprendizaje se puede dar tanto en los estudiantes como en los docentes ya que se puede generar un proceso de retroalimentación permanente frente al fortalecimiento de los procesos educativos institucionales pero debe ser ayudado por interacciones en entornos externos que antes no eran considerados como importantes en la formación del sujeto pero que actualmente son una base presente que reorientaría nuestra mirada frente a los procesos educativos a dentro y a fuera del aula. Sin embargo, los entornos no institucionales de los cuales se debería tener presente para mejorar la prácticas de enseñanza – aprendizaje deben de no apartarse del contexto en el cual uno se desenvuelve para generar una “educación extendida [donde] se puede planificar y pedagogizar, utilizando la experiencia retórica, persuasión y estrategias que permitan un aprendizaje colaborativo e innovador” (Piscitelli, 2010). Entre los grandes hallazgos de la observación del presente semestre frente a las necesidades que tenía los docentes y los educandos en el colegio, pude observar que aunque el nivel académico no es el mejor, lo realmente urgente era una transformación acelerada en la estructura de lo social (la convivencia con el otro) y lo cultural (prácticas y discursos) y desde allí, se puede orientar estas estrategias que permanecen en lo informal para hacerle frente en gran medida a estas necesidades y problemáticas que tienen en el contexto educativo, que muestran que el sujeto al cual se educa no solamente es influenciado por los saberes institucionales sino por saberes externos de su comunidad que permite observar una deslocalización y descentralización del saber (Barbero, 2002 ). Por otro lado, en cuanto al nivel académico es importante reconocer que el hecho de que el uso de las TIC estén presentes en uso informal de los educandos, se podría extraer de sus potencialidades y oportunidades para que en el uso formal se pueda mejorar la motivación intrínseca en cuanto al desarrollo normal de sus procesos de enseñanza-aprendizaje en las diferentes áreas o materias , así como también, que forme parte de un proceso de desarrollo de destrezas cognitivas, habilidades y estrategias para el “uso, selección, utilización y organización de la información” para convertir estos educandos como dice Salinas en “maduros ciudadanos de la Sociedad de la Información… para mejorar sus posibilidades individuales y profesionales”(Salinas, 2003).


La relación de educación y TIC

Para abordar la relación que tiene la educación y las TIC, es importante abordar primero el concepto de educación. El término “educación” fue abordado originariamente “para referirse a cualquier proceso de cuidado, crianza o instrucción” (Peters, 1982) tanto de los seres humanos como de los animales. En el siglo XIX, surgió un nuevo significado para la palabra “educación”, lo que significaba ser un “hombre educado”, y su distinción con el “aprendizaje”, determinando que en la primera revolución industrial se baso en la información y el conocimiento ya existente (Castell,2001) mostrando un gran valor al saber escribir y saber leer que eran algunas de las destrezas y habilidades que se empezaban a necesitar en las comunidades, generando que “este cambio a gran escala, coronado con el establecimiento de la escuela obligatoria para todos causó una precisión conceptual tan radical que hoy tenemos a usar la palabra “educación” solamente con el significado de conocimiento e inteligencia”(Peters, 1982).

Para precisar este concepto de educación, realizaré en primera instancia lo que cualquier estudiante de bachillerato haría, buscar en Internet este concepto. Las definiciones que encontré fueron las siguientes:

• La educación, (del latín educere "guiar, conducir" o educare "formar, instruir") puede definirse como: El proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar (ver: es.wikipedia.org/wiki/Educación)

• El acto y el proceso de impartir o adquirir conocimiento, habilidades; El resultado de enseñar, entrenar, estudiar (ver es.wiktionary.org/wiki/educaci%C3%B3n).

• Medio por el que las personas desarrollan sus capacidades, aptitudes y conductas(ver www.isftic.mepsyd.es/formacion/materiales/124/cd/guia/glosario.htm)

• El conjunto de acciones e influencias destinadas a desarrollar y cultivar las aptitudes intelectuales, conocimientos, competencias, hábitos y conductas del individuo, con el fin de lograr el máximo desarrollo posible de su personalidad (ver nzdl.sadl.uleth.ca/cgi-bin/library)

Frente a estas inmensas conceptualizaciones de la web, lo que puedo concluir es que el concepto de educación no es claro, ya que no se sabe si es un “proceso”, si es un “medio”, si es un “conjunto”, si es un “acto” o si es un “sistema”; lo único que caracterizo como común de todas las definiciones es que cuando hablamos de educación nos referimos a aquello que tiene valor y que como fin desea una mejora en el sujeto cuando se incluye en ella. Un profesor de filosofía de la educación de University of London Institute of Education define el término de educación como “el desarrollo de cualidades deseables de las personas valorando así el conocimiento y la amplitud de la comprensión como algo contigente…utilizado por quienes piensen en ella como algo que hace avanzar y conduce al surgimiento de una persona educada, [pues una persona educada es] el quien es capaz de gozar de diversas ocupaciones y proyectos por sí mismos, estando, tanto su consecución como su comportamiento general de la vida, modificados por su comprensión del entorno y cierto grado de sensibilidad”. Este concepto de educación reafirma que al educarse un sujeto, nutre en él, esa condición de valor o cualidad que puede ser empleado en la búsqueda del conocimiento y en el desarrollo de la inteligencia, por otro lado, educar permite que se desarrolle “un hombre educado” ,que no es condición una de la otra, es decir, por ejemplo en mi contexto educativo por el hecho que un estudiante se trate de educar no quiere decir que al final del año electivo tengamos a un hombre o mujer educado pues para ello necesita que se desarrolle en el individuo ciertas habilidades o capacidades para afrontar la vida.

Como se desarrollo la etimología del concepto “educación”, pudimos observar que ha estado presente durante la historia del hombre, pero su gran desarrollo y cambio conceptual se realizó durante la revolución industrial, que es lo mismo que pasa con las Tecnologías de la Información y la comunicación, TIC. Durante la historia del hombre ha estado presente desarrollos en la ciencia y la técnica que llevo a una confluencia en la tecnología que se determina como ese conjunto de conocimientos técnicos y científicos que permite el desarrollo de productos con un alto impacto en el dominio de la actividad del ser humano ya sea para la satisfacción de las necesidades del hombre, para su consumo o su misma destrucción. Esta tecnología empezó a reorientarse y a redefinirse en el siglo XVIII, con la invención de la máquina de vapor, la hiladadora de huso, la metalurgia, en cuanto, al siglo XIX, ya que la ciencia empieza a tener un papel fundamental en el fomento de la innovación junto con el desarrollo de la electricidad, el motor de combustión interna, el teléfono, el radio y el tubo al vacio, entre otros (Castells, 2001). Es en esta revolución industrial, en donde, se necesitaba que el ser humano tuviera ciertas habilidades, conocimiento y destrezas, que antes no eran tan necesarias, haciendo una cambio importante en la significación de la educación ya que “puesto que los conocimientos y la inteligencia son valorados en nuestra cultura, tanto por sí mismos con sus contribuciones a la tecnología y a la calidad de nuestra vida en general, el ser educado ha llegado a considerarse como un estado altamente deseable” (Peters, 1982). Esta tecnología empieza a complementarse con “información y comunicación” cuando se tiene un impacto decisivo en estas características de informar y comunicar de manera masiva y se podría establecer que el conjunto de TIC está determinadas por el desarrollo de la tecnología en la microelectrónica, la informática (tanto de hardware como de software), las telecomunicaciones (televisión/ radio), la optoelectrónica (fibra óptica, transmisión por laser) y la ingeniería genética (“decodificación, manipulación y reproducción de la materia viva”) (Castell, 2001). Es aquí, en donde la influencia política tiene un efecto directo en el desarrollo de la educación, pues según el estudio de Manuel Castells “el Estado fue el iniciador de la Revolución de la tecnología de la Información…[y] los innovadores empresarios provocan la aceleración de la innovación tecnológica” y como fue un iniciador directo, esto recae en las políticas estatales frente a su dominio en el sistema educativo conformando la educación obligatoria y como “un derecho” para regular los parámetros de ser educados frente a los intereses económicos y políticos que parte de cada época. En este sentido, en el siglo XX, la economía globalizadora que conforma un nuevo flujo del comercio, de los mercados, de la producción internacional y multinacional, el establecimiento de las redes mundiales, la intensificación en inversión y transferencia tecnológica , entre otros, (Held,1999), forja nuevos retos desde la economía a la educación solicitándole en la formación de un ser humano competente en el desarrollo de destrezas y saberes para desenvolvimiento en el nuevo sentido que tiene el trabajo y el mercado, con habilidades en la creación para la innovación, un alto grado de autonomía para que su aprendizaje sea a lo largo de la vida, un manejo de la información a altas velocidades con el uso de las TIC que se adapte de lo analógico a lo digital, con un alto grado de adaptabilidad en el trabajo ya que se necesita ya no especialidades sino una amplia gama de desenvolvimiento de lo que existe en el mercado, alto sentido de competencia, capacidad para procesar símbolos (conocer e innovar), entre otros (Brunner, 2000; Barbero, 2002).

Aunque este escenario muestra que la economía y la política regula el escenario educativo “como una fuente de mano de obra cualificada y el ciudadano como un instrumento de promoción social [pero también] designando un buen número de actividades superficiales, aprovechándose de los valores asociados a la idea de ser un hombre educado” (Peters, 1982) incidiendo y solicitando urgentemente el uso y manejo de las TIC en los ciudadanos, puede pasar que en ese urgencia de incentivación de equipamiento tecnológico haya una desconexión frente al desarrollo real y planeado de lo que se hace con las TIC en las instituciones educativas generando problemas “en las formas en las qué se están promoviendo e implementando [y en] repetir antiguos problemas bajo nuevas interfaces” (Cobo, 2010), es decir, aunque las tecnologías de la información y la comunicación pueden tener grandes potencialidades como por ejemplo “la disposición de los profesores y alumnos grandes volúmenes de información, que utilizan diversos canales sensoriales a la vez…, su incidencia para el trabajo colaborativo…, [permiten] configurar entornos virtuales compartidos a los que se puede aplicar nuestro concepto de “ambiente de aprendizaje”; la práctica desaparición de las restricciones de tiempo y el acceso remoto facilitan la comunicación permanente entre usuarios, con ello, la cooperación conjunta y construcción de conocimientos”, acercamiento a las comunidades virtuales como formas de interacción telemática (Zea, 2008; Salinas, 2003), la alta intensificación de la captación de la atención y motivación que puede generar en los estudiantes, entre otras; no necesariamente están actualmente siendo aprovechadas por el sistema educativo ya que su urgencia inmediata es el equipamiento tecnológico y enfrenta una gran desarticulación con los procesos educativos.

Puedo aludir, que frente a los efectos que trae consigo la globalización aunque toque de cierta forma esta población anteriormente descrita, muestra que dentro de los impactos institucionales obliga a las políticas a “gastar en y el uso de las TIC en las escuelas” (Brunner, 2000) que es donde debe existir acercamientos de nuevas concepciones pedagógicas frente a la utilización de las mismas y como dijo Bill Clinton cuando promovía la Revolución educativa digital, que los docentes deberían “estar preparados y dispuestos a usar esas tecnologías y enseñar mediante ellas” (Piscitelli, 2010). Pero por otro lado, dentro de los impactos estructurales que trae también la globalización, uno de los efectos que se da “en la medida que [la] sociedad global se vuelve más competitiva, fragmentada, individualista y aumenta la inseguridad y riesgos, [la] educación está forzada a “reparar daños””(Brunner, 2000) y desde allí, es donde la escuela se hace necesaria pero no del todo salvadora aunque se medie con las TIC porque no es la solucionadora de todos los problemas que la sociedad ha pretendido crear, promover y potenciar tanto; reconociendo que sí es importante generar mejoras educativas tanto en los niveles altos (direccionamiento del sistema educativo) como en los niveles bajos o intermedios(docentes, educandos y administrativos) que es donde se efectúa el contacto directo con la población en pro de pretender educar,  pero sin perder la autenticidad humana y cultural con el cual se concibio la educación.

En este sentido puedo concluir que hay una urgencia educativa por responder a estos nuevos problemas que trae las incidencias económicas, políticas y culturales frente a los efectos que trae la globalización, así como de su recurrencia de las TIC, pero como dice John Daniel el Subdirector General de Educación de la Unesco “Las tecnologías son la respuesta, pero ¿pero cuál es la pregunta?” (Cobo, 2010), es decir, los caminos son importantes reconocerlos para llegar al destino pues es recurrente que se piense de las TIC a la educación y no al revés, de la educación a unas posibles TIC, es por ello, que es importante reconocer primero cuáles son esas necesidades e intereses actuales que tiene un ciudadano para ser educado en su vida real, determinando contextos no solo formales sino también entornos no institucionales, que pueden intervenir en el proceso global de enseñanza y aprendizaje cuando son orientados para un mejor aprovechamiento institucional y determinante para el desarrollo integral del educando, generando algún tipo de transformaciones en los nuevos retos de educar desde la vocación de lo que implica nuevas concepciones de la enseñanza y más aún poder permitir que se genere aprendizaje en los contextos educativos actuales tanto formales como informales con antídotos frente a la desesperanza y la aceptación de que ya no tiene sentido darle cabildo a los males de la educación.

Referencias

• Avella, A. L. (2004). Se agotó el repertorio de castigos. Nuestros mejores maestros, experiencias educativas ejemplares (pp. 50-71). Colombia: Premio compartir al maestro.
• Barbero, M. J. (Abril, 2002). La crisis de las profesiones en la sociedad del conocimiento. Revista NÓMADAS, 16, 177-181.
• Brunner, J. (2000). Globalización y el futuro de la educación: tendencias, desafíos y estrategias. Seminario UNESCO, Santiago de Chile.
• Castells, M. (2001). “La revolución de la tecnología de la información” En: La era de la información. Economía Sociedad y Cultura. (pp. 2-22). Argentina: La sociedad red. Editorial siglo XXI, 1.
• Cobo, C. (2010). Y si las nuevas tecnologías no fueran la respuesta. El proyecto Facebook y la posuniversidad.(pp. 131-146). España: Colección Fundación telefonica. Ariel.
• Held, D.; MC. Grew, A.; Goldblatt, D.; Perraton J. (1999). “Conclusion: the Shape of Contemporany Globalization” En: Global Transformations. Polity Press: Cambridge.
• Salinas, I. J. (Mayo, 2003). Acceso a la información y al aprendizaje informal en Internet. Revista Científica de comunicación y educación, 21, 31-38.
• Siemens, G. (2004). Conectivismo: Una teoría de aprendizaje para la era digital, 1-10. Recuperado el día 3 de septiembre de 2010, de www.diegoleal.org/docs/2007/Siemens(2004)-Conectivismo.doc.
• Peters, R. S; Dearden, R. F & Hirst, P. H. (1982). Educación y desarrollo de la razón formación del sentido crítico. (pp. 21-34). España: Narcea.
• Piscitelli, A.; Adaime, I. & Binder, I.(2010). Edupunk, maestros ignorantes, educación invisible y el Proyecto Facebook. El proyecto Facebook y la posuniversidad.(pp. 3-21). España: Colección Fundación telefonica. Ariel.
• Zea, C. M. ; Atuesta, M.; López, C. M. & González, M. A. (2008). Las tecnologías de la información y comunicación: valor agregado al aprendizaje en la escuela. Universidad EAFIT. Tomado el día 15 de agosto de 2009 en www.eduteka.org/pdfdir/claudiaz.php.

sábado, 11 de septiembre de 2010

DESAFIO 1. VIDEO ENTREVISTAS DE ESPACIOS NO INSTITUCIONALES:FACEBOOK

En búsqueda de resolver el primer desafio se realizó un video en donde hay se entrevista a varias personas sobre cuáles han sido los aprendizajes más significativos que han tenido mediante el uso de facebook, entendido como un espacio no institucional.

PARTE I

http://www.youtube.com/watch?v=bj1Moa493LU

PARTE II

http://www.youtube.com/watch?v=ZIOKFRbvu_o