martes, 26 de junio de 2012

DE GOLPE A LA REALIDAD EDUCATIVA: COREA DEL SUR VS COLOMBIA.

 
Alejandro Piscitelli decía: “Los alumnos que “triunfan ” en la escuela son aquellos cuya inteligencia se acopla al paradigma dominante … a lo que hay. Y muchos lo logran, pero otros no”.
Estas palabras se adaptan perfectamente a Corea del Sur y a Colombia, cada país tiene un paradigma dominante muy distinto, en extremos escalofriantes. 
Hace aproximadamente un mes, como profesores del estado de Colombia estábamos en una ciudad muy distinta, Incheon y Seoul en Corea del Sur, y particularmente, era desconcertante ver un país determinado por una visión oriental hacia el desarrollo, sentando las bases del capitalismo en el sistema educativo público.
Ese país asiático tiene todo lo que en un principio desea un profesor,  primero que todo, una infraestructura  física  inimaginable en la primaria, en la secundaria, en la preparatoria y en sus Universidades;  segundo, tiene una visión compartida entre los ciudadanos sobre la necesidad de la educación en el desarrollo del país; tercero, aprovechan, desarrollan y  crean Objetos Virtuales de Aprendizaje, así como también diseñan ambientes de aprendizaje usando las TIC en sus aulas de clases y fuera de ellas; cuarto, utilizan un modelo de aprendizaje de currículo hiperabierto y tecnológico;  quinto, preparan permanentemente a los profesores para mejorar sus prácticas educativas con el uso de las TICS. Por último, no se registra un índice de deserción y al parecer no hay grandes problemas de violencia en la escuela.
Pero en los parques de este país, nadie jugaba porque todos los ciudadanos estaban trabajando o estudiando. Parques solos e inhabitados. No existían los grafitis. Nadie tomaba en la calle y  no había indigentes, no veías la violencia en la calle y sobre todo al parecer era una ciudad muy segura.
En los salones de clase los estudiantes de bachillerato no miraban a los extranjeros, sino miraban fijamente al profesor.  En los colegios no escuchabas ruido, ni voces. En las empresas los empleados tampoco  miraban a los extranjeros, sino estaban concentrados en su puesto de trabajo.
Y bueno, vuelves a tu realidad. Al colegio Fabio Lozano Simonelli al sur de Bogotá en la localidad de Usme. 
  Cuando llegue había olvidado ese color café de la tierra, la arena y el polvo de las cercanías de la institución. Había olvidado por un momento los salones de clase, con sus paredes agrietadas, rayadas, descoloridas. Había olvidado los pupitres de diferentes formas, absolutamente horribles. Sus pisos, ninguna baldosa coincidía. No recordaba que  los tableros estaban manchados e incluso muchas veces no se pueden utilizar.  Había olvidado los computadores de la sala de sistemas, blancos casi obsoletos, otros negros de ya casi siete años de versión tecnológica.
Me encontré a la entrada con una pelea de estudiantes al frente del colegio con armas blancas, encontré los gritos de los niños y también su risa, encontré a los mismos profesores desencantados con su profesión, así como también,  encontré a mis estudiantes a la expectativa de mi regreso realizándome una fiesta sorpresa  de bienvenida de grado sexto con bombas y maíz pira. Y me abrazaba y me decían que me extrañaban.
Aquí recordé cuanto amo mi profesión y me hace feliz sentirme útil para hacer presencia en una juventud olvidada, pérdida o acoplada al paradigma dominante de este sistema educativo.
Lo triste es que encontré la mediocridad en los procesos educativos a flor de piel. Un sistema educativo público desangrado, desordenado, perdido y jerárquico. Profesores haciendo lo mismo y con los mismos resultados. Una administración haciendo lo mismo y con los mismos resultados.
Y es aquí donde llegan los cambios,  el propósito inicial del viaje a Corea del Sur, es poder compartir los saberes y vivencias con mis colegas y mis estudiantes. Ya realice la socialización en la semana institucional con los profesores de la sede A, B y  C, donde el impacto fue sorprendente, creando al menos un desequilibrio en sus sentires educativos. En concordancia con lo anterior, Piaget dice que en el desequilibrio se aprende y en el equilibrio se vive en el confort. (Ver exposición en prezi: http://prezi.com/vs8ss8ig3fja/viaje-por-corea-del-sur-2012/)
Y ahora, estamos aquí cada uno de los profesores que viajamos a Corea del Sur, de nuevo en nuestra realidad.  Cada uno de estos profes, al parecer consideró en algún momento de sus vidas que no era tan malo cambiar su realidad desde su apuesta educativa y con ideas que a medida de los años cogían forma y sentido.
Finalmente, comparto el sueño de piscitelli  “Preservar (vivo) el pasado, entender el presente y diseñar el futuro” pero no el hacer de este país que desprecia el recurso intangible como son los cerebros de esos estudiantes que educamos en situaciones deplorables e inaguantables. Y vendemos, como es conocido en estos días, muy barato el recurso tangible de lo que nos pertenece y nos hace envidiables.
Y tu profe qué piensas???

1 comentario:

  1. Que buena reflexión compañera, ojala muchos otros profesores inquietos se levantaran y cambiaran su forma de ver el mundo para así venderles a nuestros estudiantes un sueño diferente, un objetivo diferente, para que día a día construyan un despertar diferente.

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